La envidia del amigo puede ser peor que el odio del enemigo
Los que saben, bueno… los que
dicen que saben; argumentan que la envidia es un sentimiento natural que
tenemos los seres humanos y que surge en contextos de socialización, es decir,
entre personas, incluso otros sabiondos, nos dicen que la envidia se asocia al
mal de ojo al grado de que es considerada un pecado, de los grandes.
Sin embargo, esa explicación me
parece demasiado ambigua, siento que la envidia está estrechamente relacionada
con la poca o nula aceptación que tienen ciertas personas dentro de un grupo
social debido a que la envidia tiene que ver con la autoestima de cada persona,
pero básicamente he visto como la mayoría de los envidiosos que conozco, lo
único que desean es que el otro, el envidiado, no tenga lo que tiene (salud,
dinero, éxito, pareja, etc.).
Lo que más risa me da, es que
muchas personas dicen y se creen la tontería de que la envidia no propiamente
tiene que ser negativa, incluso defienden una “envidia sana”. ¿Cómo va a ser
sano desear que mi vecino se muera solo porque no me habla? Incluso ponen como
ejemplo el hecho de que la persona envidiada consiguió un excelente trabajo, y
el envidioso “sanamente” desea tener un trabajo igual pero eso no es envidia,
eso es aspiración y eso es muy bueno, tener como ejemplo a alguien que lo logró
siempre nos hará ir por mas, pero nada tiene que ver con la envidia, pues no creo
que sea sano “desear” lo que otro tiene, por ejemplo su mujer… a lo mejor algo
parecido sí, pero si deseas lo que otro tiene, creo que estás bastante enfermo.
Considero que la envidia tiene
muchos matices, pero para mí, la envidia siempre será negativa. Si no me crees,
explícate por qué hay gente que se molesta con el simple hecho de que le suban
el salario a determinado compañero de trabajo; el envidioso siempre alegará que
la persona envidiada no es tan buena en su trabajo, (no se merece el aumento,
el envidioso cree que el sí), si la persona envidiada tiene como pareja a una
persona muy bella, seguramente esa persona está con el envidiado por su dinero,
hay personas que incluso se encabronan porque el hijo del vecino salió en el
cuadro de honor de su escuela y si la persona envidiada es mujer, todo lo que
tiene seguramente lo consiguió dando el culo y claro, hay personas que si lo
hacen así, pero no es todo el mundo y a una persona con autoestima sana, eso le
vale una chingada.
La envidia nace de las carencias
personales que uno va cargando a lo largo de su vida, la envidia se lleva por
dentro y es personal, no es otra cosa que una declaración de inferioridad, los
envidiosos se ven a sí mismos como personas “pequeñas” si se comparan con el
envidiado que la mayoría de las veces ni siquiera se entera de que lo envidian;
los que si saben, nos enseñaron que la envidia es más fuerte cuando el
“superior” envidia al “inferior” y esta se da propiamente en el mundo laboral,
pues verse superado por un “inferior” siempre será doloroso, sobre todo si el
inferior es más joven o guapo, les digo, les importan puras pendejadas.
Hay un dicho que reza “la envidia del amigo puede ser peor que el
odio del enemigo” y eso muy cierto, el más claro ejemplo que conozco
respecto a esos temas, es el del futbolista que le “bajó” la novia a sus
compañeros de equipo, le llaman “envidia proximal”, y es la que se produce con
los éxitos de los propios compañeros pero no siempre ocurre así, en la envidia
no hay absolutismos, pues he visto gente envidiosa que felicita a otros, pero
por este lado, me dicen “ni se lo merecía el pendejo”.
Todos hemos sentido envidia en
algún momento por alguna situación, de ahí que le llamen “envidia sana”, sin
embargo la envidia es frustración y eso no es sano, la envidia es ansiedad, la
envidia es buscar genuinamente el mal a otra persona, la envidia es desear lo
que tiene el otro, la envidia es algo enteramente negativo o si no, ¿Por
qué es solo es el deseo de que otro no
tenga lo que tiene?, porque la envidia trae consigo odio, hostilidad,
desaprobación y soberbia, lo peor es que la envidia siempre relaciona lo que
tiene el envidiado con cuestiones deshonestas o inmorales y siempre va
encaminada a ver derrotado al que envidiamos.
La envidia se nota mucho en el
trabajo cuando un empleado (ahora les llaman colaboradores) asciende “muy”
rápido, el envidioso le “resta méritos” al envidiado alegando que subió de
puesto porque tiene “conectes” y eso no es otra cosa que frustración pura y
dura.
Habrá quien diga que nunca ha
sentido envidia sin embargo miente, la envidia es un sentimiento muy arraigado
en el ser humano. Todos en algún momento hemos sentido eso, las emociones siempre se imponen incluso
contra nuestra voluntad y su control no está en nuestras manos, otra cosa es
como nos comportamos ante la envidia, eso sí lo podemos controlar, por ejemplo,
podemos ignorar al envidiado, evitar hablar mal de él o evitar hacerle daño, siempre
podemos evitar la hostilidad, sin embargo, la mayoría de las veces creemos que
nuestro argumento es lo único que vale y eso es un gran problema.
No seas envidioso, y si sientes
envidia por lo que otro tiene, trabaja… Es lo único que te queda por hacer para
cumplir tus metas.
Nos leemos la próxima.
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