Vivir sin aire...

El otro día estaba en una reunión con unos amigos de La Condesa que son muy mamadores, de esos que dicen que les gusta la corteza de cerdo en salsa esmeralda y el sublimado de no se que chingada madre, beben vino tinto en vasos desechables y fuman puros de 50 varos que saben mas culeros que los cigarros que venden afuera del metro Pantitlan, pero se sienten muy intelectuales los cabrones. 

Solo iba a sus reuniones porque jalan chavas guapas y algunas tienen el "si" muy disperso; era una cuestión de ganar-ganar, yo me soplaba sus anécdotas de iusnaturalismo y positivismo contractual en la era geopolítica neoliberal del sistema capitalista inter contemporaneo de los siglos XIX y XXI, y ellos ponían los pomos y las putas. (Aunque a veces parecía literal eso de las putas). 

No obstante que sus conversaciones son aburridas, en alguna ocasión platicaban sobre compartir departamento con otras personas, (le llaman departamento a un pinche cuartucho de 2x2 con baño en la azotea); hablaban sobre las ventajas que tiene contar con un roomie, pero honestamente a mi no me gusta esa idea, eso de compartir mi espacio con alguien como que no se me da, pero bueno, entré a la plática. 

Alguien dijo que era muy padre vivir con otra persona porque se cuidaban mutuamente y que compartían cosas y no se cuantas mamadas, alguien mas dijo que para vivir con alguien, ese alguien debía atener ciertos modales para cumplir con el estándar, que sea educado, limpio, correcto y no se cuantas mamadas mas, quizás sea padre vivir con alguien pero para mi no lo es. Me esforcé mucho para poder salirme de la casa de mis padres como para regalar mi espacio a un pinche desconocido que seguramente deja sus greñas en el cepillo, que no lava ni el plato en el que traga porque se le maltratan las manos con el jabón, alguien que no tiende su cama porque los que no tienden su cama son inteligentes, que no limpia su cuarto (tu sabes quien eres) y demás actitudes cochinas, yo creo que sus justificaciones son pretextos para ser marranos.

Lo mas parecido a un roomie que he tenido, fue una novia que se quedaba en mi casa los fines de semana, era muy romántico eso de "vivir" con alguien dos días a la semana, en las mañanas nos mirábamos mientras nos lavábamos los dientes y nos hacíamos caras chistosas, nos bañábamos juntos (quesque para ahorrar agua, decía ella), la veía peinarse con la curiosidad de un niño que jamas ha visto un animal en el zoológico y cuando se ponía el desodorante parecía un mago que sacaba un conejo de un sombrero, me impresionaba, no puedo describir la sensación que tenía al verle ponerse su ropa interior, de espaldas a mi, era todo un ritual verla vestirse, cepillarse el cabello y maquillarse, la destreza que tenía para enchinarse las pestañas me impresionaba; he de reconocer que en algún momento pensé que eso sería permanente, pero... la vida, el destino, Jehová, la madre naturaleza o su "si" disperso, me demostraron que no.

Hay gente que tiene costumbres muy arraigadas y por mas que pase el tiempo no las van a cambiar, infancia es destino, lo que hacen en su hogar de infancia lo seguirán haciendo en otros, por ejemplo, hay gente que deja en el lavabo los trastes por mas de un mes, usan desechables para no lavar, no les gusta trapear, mucho menos sacudir, (solo miembros), pero esa es otra historia. Hay personas que son muy deficientes con su imagen personal y más con su higiene, no les gusta tener una casa limpia porque eso solo lo hacen las amas de casa, "las labores domesticas no se hicieron para una princesa como yo" y demás cosas que he escuchado, pero eso ya es cuestión de cada quien.

En lo personal, al pasar del tiempo me di cuenta de que se me complica mucho compartir mi espacio con las personas, hay un momento en el que me siento muy incómodo estando con alguien, como que me falta el aire, me dan ganas de decirle "¿ya te vas?", no puedo hacer lo que se me dé la gana en mi casa, como andar en calzones o tirarme un pedo, (no es que me ande pedorreando en todos lados, bueno, una vez en la calle se me salió uno, iba con una amiga y a ella le pareció muy gracioso, debe ser porque tenía gripa y no olió). Me siento aturdido, me pongo de mal humor porque siento la invasión a mi espacio, me pongo mal pues.

 Ni se diga cuando de utilizar el baño se trata, me siento presionado, como que no puedo "descomer" a gusto, me da pavor tirarme un pedo y que se escuche hasta la cocina o que después de mi entre alguien y se fume lo que ahí queda, es muy incómodo todo eso. Ahora, imagínate tener que lidiar con un pinche puerco/a que no aprendió higiene en el lugar de donde vivía antes. Así podría pasarme el día describiendo actividades anti higiénicas que realizan las personas pero no lo haré, que hueva.

Lo que si puedo asegurar es que me va a costar mucho trabajo vivir con alguien ya que la fecha me he resistido a pesar de ya llevar bastante tiempo fuera de la casa de mis padres, no es tan simple, me gusta estar en soledad y hay gente que es muy pinche escandalosa, pero lo que más me da miedo son los vividores que nunca tienen dinero para pagar la renta, pero andan comprando cafés de 82 pesos y ropita cara en las tiendas popof. En lugar de andar gastando su dinero en pendejadas, paguen la renta que le deben a sus roomies y dejen de andar de mamadores. Pinches candiles de la calle.



Nos leemos la próxima.

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