jueves, 21 de diciembre de 2017

Felicidades...

Cada persona se da el valor que cree que merece tener en una época donde nada tiene valor y todo parece ser valioso… Así de pinche complicado es el ser humano en el 2017. (La época en la que menos ha evolucionado el hombre).  

El otro día platicaba con alguien (si, aunque no lo parezca tengo amistades, que no me quieren solo para coger, por cierto) sobre las comidas de fin de año y los “beneficios” que da el ser Godínez (saludos pinches entrepreneur), aquella persona que trabaja en una oficina o caballeriza (por lo general) con Seguro Social y toper incluido, esa rara especie de trabajadores que hace que la industria mexicana fluya y crezca (a un paso casi imperceptible pero crece) y que las empresas funcionen como deben, y no solo las empresas, también las oficinas de gobierno, las cadenas comerciales de comida, los supermercados etc. Menos los emprendedores de mierda que dijeron “sere mi propio jefe, ALV” y fracasaron porque para ser jefe no solo se necesita una buena inversión, sino conocimiento del negocio y otras cosas que yo desconozco y por eso aun no emprendo.   

Total que… la comida de fin de año representa para la mayoría de las personas el momento perfecto para estrenar ropa, gastar de mas, pintarse con maquillaje excesivo, para mostrar sus mejores garras e impresionar al chico de RRHH que llego a la empresa por ahí de marzo y que no sabía nada sobre el área (es un pendejo, no sabe ni siquiera como entrevistar) y ahora se mojan la pantufla por él antes mencionado.

Para otras personas representa el momento ideal para empedarse (gratis) y gritarle de mamadas al jefe, el pocos huevos que no puede decirle que no sabe dirigir la empresa y que debería morirse, el mala copa que “se da valor” solo porque tiene unas cuantas copas de más encima, el valentón que espera todo el año para beber alcohol y tomar valor para poder decirle a la chica del call center que le gusta, y como esta pedo solo hace el ridículo, y asi varios especímenes que se ponen pedos y a hacer cuanta pendejada se les ocurre.

Para algunas otras personas representa un lujo que solo se pueden dar en estas épocas porque durante todo el año solo les alcanza para medio comer porque la economía de sus familias es precaria; esperan ganarse la licuadora o la plancha porque la que tenían se descompuso, esperan con ansias esa fecha por la comida, por la bebida (y no para empedarse), por la convivencia con sus compañeros, por echar buen pedo y divertirse.

Y existen otros, los más pinches nefastos, los cuales esperan la fiesta de fin de año para decir “no voy” “me cagan estas fechas” “odio la navidad” “a mí me dicen grinch” y un chingo de mamadas que ni ellos mismo entienden, esos que andan renegando de la fiesta, como sui navidad fuera dos 5 veces por año… son cagantes y por eso que chinguen a su madre.

No les voy a mandar bendiciones porque luego las confunden con chavos y esos solo se los echo a mi chava…

Seas como seas querido lector, deseo que disfrutes esta época y que pases excelentes fiestas, Navidad, Año Nuevo y lo que sea que festejes…


Nos leemos hasta después del 15 porque me voy a tomar mis vacaciones, pero aun así… Nos leemos la próxima.


martes, 12 de diciembre de 2017

(Otro) Ensayo sobre la ceguera.

¿Qué es la religión?  

Se supone que el concepto de religión tiene su origen en el latino religío y se refiere al credo y a los conocimientos dogmáticos sobre una entidad divina, implica un vínculo entre Dios y el hombre y de acuerdo a sus creencias, la persona regirá su comportamiento según una cierta moral e incurrirá en determinados ritos; pueden consultarlo en Wikipedia.

En México la religión ha existido desde que los Aztecas no eran Aztecas, antes de que nuestro país se llamara Estados Unidos Mexicanos, antes de que Hernán Cortés le diera en su madre a los Aztecas y se apropiara de sus mujeres, sus tesoros y su tierra… y les impusiera (el no pero si los españoles) a una virgen con características de la Virgen del Rosario, de la Natividad y de otras europeas; traía “tunning” la virgencita; (ya ven que la hicieron morenita, chaparrita y de complexión media, no como las güeras europeas, ya ven la de Fátima como les quedó, se parece un buen a la nuestra, solo que con ropas finas y güera ojiverde, elegante la condenada), además se inventaron la historia de que la madrecita de México se le apareció al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac (donde casualmente nuestros amigos indígenas adoraban a Tonantzin que quiere decir “nuestra madrecita”, ¿les suena familiar?)… ¡Exacto!, desde siempre nos han visto la cara de pendejos los que controlan la vida de este país, hemos vivido engañados, nos crearon la cultura de “conquistados”, de tenerle miedo a algo, de ser temerosos de Dios y del gobierno, es decir, si nos portamos mal nuestro Dios nos va a castigar, manda oficio, exhorto, carta rogatoria o lo que sea al Tepeyac y le dice a la virgencita, (que tiene su bitácora con nuestros nombres y direcciones como el INE, por si la cagamos), ve y castiga al que escribió esto porque no cree en la religión católica; es entonces cuando me mandan a los ángeles judiciales a cumplir la orden. (Ojala no me den hidroterapia, ya ven que eso deja idiota).

Según cuenta la leyenda, Tonantzin (así se refirió a ella) se le apareció al indígena este en tres ocasiones entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531 (seguro comió nopales con helada de Milpa Alta y por eso alucinaba), y luego luego quedo estampada la figura de la morenita en su manta, tilma o como se llame, y de ahí nació todo el desmadrito ese de que los mexicanos ya tenían madre santa a quien adorar. Casualmente la imagen que se encuentra en la Basílica no es la milagrosa, pero bueno, ahí síganle.  

Por ahí existió un fray Bernardino de Sahagún (que estaba bien pinche loco), y decía que la adoración de Guadalupe era “herética”; escribió que, todavía los indígenas a Guadalupe la llamaban “Tonantzin” en vez de “Nuestra Señora, la Madre de Dios”, este cuate creía que la acepción “Nuestra madrecita” se usaba para referirse a la Tonantzin antigua. “su devoción es sospechosa porque en todas partes hay muchas Iglesias de Nuestra Señora y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente.” O sea, creía que venían a adorar a la Tonantzin que sepultaron con su pinche iglesia, y a lo mejor sí, pero de que los hicieron cambiar de opinión no hay duda.

En 1883 Joaquín García Icazbalceta, un historiador de esos que ya no hay, con mucho valor (huevos le llaman algunos, y que además era bien católico), le mando un pequeño escrito como de 20 hojas al arzobispo Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos titulado “Carta Antiaparicionista” en la que entre otras cosas le dice lo siguiente:

“…Católico soy; aunque no bueno, Ilmo. Sr., y devoto en cuanto puedo, de la Santísima Virgen; a nadie querría quitar esta devoción: la imagen de Guadalupe será siempre la más antigua, devota y respetable de México. Si contra mi intención, por pura ignorancia, se me hubiese escapado alguna palabra o frase mal sonante, desde ahora la doy por no escrita. Por supuesto que no niego la posibilidad y realidad de los milagros: el que estableció las leyes, bien puede suspenderías o derogarlas; pero la Omnipotencia Divina no es una cantidad matemática susceptible de aumento o disminución, y nada le añade o le quita un milagro más o menos.

De todo corazón quisiera yo que uno tan honorífico para nuestra patria fuera cierto, pero no lo encuentro así; y si estamos obligados a creer y pregonar los milagros verdaderos, también nos está prohibido divulgar y sostener los falsos. Cuando no se admita que el de la Aparición de Ntra. Sra. de Guadalupe (como se cuenta), es de estos últimos, a lo menos, no podrá negarse que está sujeto a gravísimas objeciones. Si éstas no se destruyen (lo cual hasta ahora no se ha hecho), las apologías producirán efecto contrario.

En mi juventud creí, como todos los mexicanos, en la verdad del milagro: no recuerdo de dónde me vinieron las dudas, y para quitármelas acudí a las apologías: éstas convirtieron mis dudas en certeza de la falsedad del hecho. Y no he sido el único. Por eso juzgo que es cosa muy delicada seguir defendiendo la historia. Si he escrito aquí acerca de ella, ha sido por obedecer el precepto repetido de V.S.I. Le ruego, por lo mismo, con todo el encarecimiento que puedo, que este escrito, hijo de la obediencia, no se presente a otros ojos ni pase a otras manos: así me lo ha prometido V.S.I.

Me repito de V.S.I. afectísimo amigo y obediente servidor, que su pastoral anillo besa.

Joaquín García Icazbalceta”

Es decir, desde hace casi dos siglos alguien ya cuestionaba esto de la “aparición” de la virgen en el Tepeyac, pero el Estado y la Iglesia se han empeñado en mantener a “su pueblo” en la completa ignorancia como pasa en la época moderna, en la que parece que todo vestigio de Tonantzin ha quedado borrado de la memoria colectiva aunque se acuda año con año a visitar a la “Patrona de las Américas” por pura devoción.

Es común observar en la ciudad muros donde la “morenita” ocupa un lugar sustancial, o ahora convertida en un elemento “chic” de la cultura mexicana, bordada en algún vestido o bolso de un diseñador famoso, bautizando la tienda de la esquina, la tortillería o el taller mecánico, en las esquinas de los barrios construyen nichos para adorarla, (o sea, no se apareció, no llego en la toalla, manta o vestido, no, se construyó un nicho de ladrillo y una imagen de yeso a la que en plegarias le suplican que interceda por sus hijos), cantinas con el nombre de Guadalupe… una, que con toda propiedad se llama la Glupana, juego de palabras entre el glu-glu y la señorita del Tepeyac, también plasman imágenes en las esquinas para que la gente respete chingada madre, ¡no tiren basura ahí!, los automovilistas cuelgan su imagen en el retrovisor para que los acompañe en sus viajes, en los hogares las familias que le dedican un lugar especial para que los proteja, (aunque existe algo más seguro que se llama alarmas vecinales), o bien, aparece en la fachada de los comercios donde se escribe su nombre y en las actas de nacimiento de los hijos de los religiosos, es símbolo de lo sagrado y lo profano, de lo humilde y majestuoso, de lo esplendoroso y lo más pobre y llano, la Virgen de Guadalupe o Emperatriz de América, es un emblema de nuestra cultura, es algo nacional, símbolo del por qué cada año se levantan clamores al cielo, se caminan kilómetros y kilómetros de distancia (a pie, a rodilla, en bici, en coche, en hombros, rodando, como sea) para rezarle a la madrecita y agradecerle por la comida y los milagros concedidos en el año; (vale verga que hayas trabajado como burro, que te hayas desvelado, que te hayas tenido que levantar a las 4 am para llegar a tu trabajo porque la peregrinación no te deja pasar, no, ella te dio lo que posees).

Esta fecha me recuerda a un 10 de mayo cualquiera, día en el que pase lo que pase vas a comprar aquella lavadora, licuadora o plancha para tu madrecita santa, aunque lo que ella necesite sea un par de dientes porque la edad ya no le permitió conservar sus piezas dentales completas, me recuerda que el mexicano nada mas se acuerda de que tiene madre cuando la necesita... Los demás días importan poco.   

Cada quien su fanatismo, creencias o religiosidad pero… creo que el gobierno debería asignarle rutas específicas a los peregrinos para su llegada a la Basílica, es decir, no deberían permitir que acaparen las calles más saturadas como Circuito Interior, Zaragoza, Periférico, Constituyentes etc., cada año es lo mismo, avenidas saturadas de personas y tránsito de vehículos, (de por si ven que el defeño quiere ir en el coche hasta a las pinches tortillas); las calles quedan llenas de basura, algunos hasta hacen del cuerpo en la banqueta o en un árbol como en el pueblo, van como animalitos, se atraviesan cuando deben esperar, son violentos, muy religiosos pero violentos; creo que deberían obligarlos a respetar, ¿no que en México las leyes son para todos?.

Ah sí ya me acorde que existe una mamada llamada usos y costumbres que como limitan la impartición de justicia y le han dado en la madre a nuestro país.


Coman frutas y verduras y nos leemos la próxima. 

martes, 5 de diciembre de 2017

EL ARTE NECESITA NOSTALGIA...

La nostalgia (del griego clásico nóstos regreso al hogar y álgos dolor) es descrita como un sentimiento de anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado, aunque en el pasado era tomada como una enfermedad crónica y es referida comúnmente como un sentimiento que cualquier persona puede atravesar en cualquier etapa biológica. Es el sufrimiento de pensar en algo que se ha tenido o vivido en una etapa y ahora no se tiene, está extinto o ha cambiado.

La nostalgia se puede asociar a menudo con una memoria cariñosa de la niñez, un ser querido, de una novia, un lugar, un juego o un objeto personal estimado, o un suceso en la vida del individuo. Según Mariano Ibérico, la nostalgia mezcla “un sentimiento de encanto ante el recuerdo del objeto ausente o desaparecido para siempre en el tiempo, un sentimiento de dolor ante la inasequibilidad de ese objeto, en definitiva un anhelo de retorno que quisiera transponer la enigmática distancia que separa el ayer del hoy y reintegrar el alma en la situación que el tiempo ha abolido”, pa’ pronto, la nostalgia es extrañar algo que teníamos y que ya no está con nosotros.

El 2 de abril de 2004 fue viernes... no hay mejor día para irse a la chingada que los viernes alguien me dijo alguna vez.

Recuerdo que por esas fechas tenía como 17 años, trabajaba en una panadería por las mañanas y estudiaba la prepa por las tardes en una escuela de la colonia Roma que quedó inservible con el temblor del 19 de septiembre de 2017 y que también se cayó en el de 1985; por tanto concluyo que esa escuela no debió existir pero sus dueños se empeñan en que continúe, como cualquier cosa que no sirve y que continua existiendo en esta Ciudad, Televisa es el claro ejemplo, sigue y sigue y sigue haciendo basura de contenido como muchas empresas, por ejemplo, en la radio existe un adefesio llamado La Z, una estación grupera que se escucha desde que yo tenía como 10 años, (es lo que recuerdo, a lo mejor es más vieja pero no lo voy a andar investigando), ahora los “locutores” que estaban en la Ke Buena (otra estación de radio basura que es de Televisa) saltaron a la antes referida y así, “chapulineando” se la pasan estos cabrones de la radio, como los pinches diputados.

Supongo que alguno de ustedes ha escuchado el contenido en radio de Toño Esquinca, Mariano Osorio o de Rocio Córdoba, que se sienten poetas, escritores, “coachs de vida”, entrepreneur (que no sé cómo chingados se escribe) etc, son todólogos. El punto es que se pasan todas las mañanas de cada pinche día ladrando en el micrófono que decretes, que pidas y se te dará, que mandes amor al 51111 y que vas a recibir “las mejores frases” para tu vida diaria… ¿neta? ¿Necesitamos frases para nuestra vida diaria? Yo pensé que necesitábamos levantarnos, bañarnos, salir a la calle, comer, trabajar para tener dinero y para comer, vivir etc, pero no, según estas personas de la radio, necesitamos alimentarnos de su basura positiva para vivir. ¿Y la música? Tenemos que conformarnos con Yuridia, con Aleks Syntek, con Sin Bandera y con todas esas mamadas.

En aquel fatídico 2004 sucedieron cosas importantes en mi vida, termine la prepa (aunque no lo parezca por mi lenguaje grosero, ramplón y sin chiste que a muchas personas les molesta, algunas hasta borran sus comentarios de este blog, ¡mamadoras!), cambie de trabajo, tuve a mi primera novia y desapareció Radioactivo 98.5 FM, aquella estación que se burlaba de los comerciales pendejos, que no se callaba cuando de criticar a la clase política se trataba, y sobre todo que me acompañaba en todas las actividades que realizaba, me cagaba ir a la escuela por la línea 1 porque mi Walkman no sintonizaba la radio, por eso optaba por irme en el camión, aunque estuviera de la verga, como actualmente lo está el transporte público.

Martita Sahagún y los Hermanos Vázquez (dueños de Imagen Radio y Televisión) nos quitaron la única opción que teníamos para poder escuchar buena música y no la basura que salió de la Academia, gracias a ellos (Radioactivo... no a los Hermanos Vázquez) yo conocí la música de Pearl Jam, de Judas Priest, de Metallica, de Iron Maiden y de muchos otros, si, era un gordito heavy metal. Disfrutaba mucho de las reseñas que hacían los locutores cuando iban a poner una canción, (aunque he de reconocer que me cagaba que Olallo Rubio hablara inglés como Martha Debayle, llegue a pensar que eran familiares), es más, me cagaba Olallo Rubio, pero su forma de describir emociones con la música, su forma de presentar Creeping Death de Metallica y su tan singular forma de decir las cosas directas, me hizo quedarme en esa estación y seguirlos por casi dos años, hasta que aquel viernes negro todo se fue a la mierda.

Se acabó la buena radio en México, se acabó el entretenimiento para un adolescente de 18 años que no tenía más amigos que los que le hablaban a través de un walkman viejo, sin embargo, pasaron los días, meses, años, 14 años tardó este sujeto para volver a hablar ante un micrófono como lo hacía por aquellos años… (sacó películas y los podcast) pero no había estado ante un micrófono haciendo radio, aunque no sabemos como llamarle cuando sale, no sabemos si esta "al aire" porque no es radio, pero si lo es, es muy complicado. 

El día de ayer se volvió a escuchar en vivo a Olallo Rubio en Convoy, una aplicación que sirve para entretenerse y dejar de tener nostalgia por la buena radio que se hacía la década pasada, espero que dure mucho y agradezco que haya algo en lo que me pueda entretener para ya no estar pensando en quien borra sus comentarios de este blog, para ya no pensar que la amistad es para siempre y sobre todo, para divertirme... es muy agradable que alguien me explique lo que estoy a punto de escuchar, que me cuenten una anécdota sobre tal grupo o tal canción, eso me hace sentir que hay mas gente que ha vivido algo similar a lo que yo. Odio que me griten como si fuera un pinche retrasado que no puede vivir su vida porque necesita la “frase motivadora del día”. Odio que me traten como si estuviera malito, odio que atenten contra mi inteligencia, pero sobre todo, odio a Toño Esquinca y a su pinche muchedumbre. 

Se que al igual que yo, hay muchas personas que están cansadas de escuchar la misma basura todos los días, estamos hartos de las noticias a conveniencia, estamos hartos de las almohadas sognare que se anuncian cada mañana, estamos hartos de escuchar la misma música basura llena de payola cada maldito día.

Larga vida a la música, a las buenas opciones y a los buenos locutores que nos harán llevar días menos pesados en nuestra pinche vida de godinez asalariados con pésimo internet, porque en 2004 algunos eramos estudiantes, ahora algunos son padres y algunos como yo solo son drogadictos.

Coman frutas y verduras y nos leemos la próxima.



La culpa es del presidente...

 "Lo que las leyes no prohiben, puede prohibirlo la honestidad"                                                                   ...