EL ARTE NECESITA NOSTALGIA...
La nostalgia (del griego clásico
nóstos regreso al hogar y álgos dolor) es descrita como un sentimiento de
anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado, aunque en el pasado
era tomada como una enfermedad crónica y es referida comúnmente como un
sentimiento que cualquier persona puede atravesar en cualquier etapa biológica.
Es el sufrimiento de pensar en algo que se ha tenido o vivido en una etapa y
ahora no se tiene, está extinto o ha cambiado.
La nostalgia se puede asociar a
menudo con una memoria cariñosa de la niñez, un ser querido, de una novia, un
lugar, un juego o un objeto personal estimado, o un suceso en la vida del
individuo. Según Mariano Ibérico, la nostalgia mezcla “un sentimiento de
encanto ante el recuerdo del objeto ausente o desaparecido para siempre en el
tiempo, un sentimiento de dolor ante la inasequibilidad de ese objeto, en
definitiva un anhelo de retorno que quisiera transponer la enigmática distancia
que separa el ayer del hoy y reintegrar el alma en la situación que el tiempo
ha abolido”, pa’ pronto, la nostalgia es extrañar algo que teníamos y que ya no
está con nosotros.
El 2 de abril de 2004 fue
viernes... no hay mejor día para irse a la chingada que los viernes alguien me
dijo alguna vez.
Recuerdo que por esas fechas
tenía como 17 años, trabajaba en una panadería por las mañanas y estudiaba la
prepa por las tardes en una escuela de la colonia Roma que quedó inservible con
el temblor del 19 de septiembre de 2017 y que también se cayó en el de 1985;
por tanto concluyo que esa escuela no debió existir pero sus dueños se empeñan
en que continúe, como cualquier cosa que no sirve y que continua existiendo en
esta Ciudad, Televisa es el claro ejemplo, sigue y sigue y sigue haciendo
basura de contenido como muchas empresas, por ejemplo, en la radio existe un
adefesio llamado La Z, una estación grupera que se escucha desde que yo tenía
como 10 años, (es lo que recuerdo, a lo mejor es más vieja pero no lo voy a
andar investigando), ahora los “locutores” que estaban en la Ke Buena (otra
estación de radio basura que es de Televisa) saltaron a la antes referida y
así, “chapulineando” se la pasan estos cabrones de la radio, como los pinches
diputados.
Supongo que alguno de ustedes ha
escuchado el contenido en radio de Toño Esquinca, Mariano Osorio o de Rocio
Córdoba, que se sienten poetas, escritores, “coachs de vida”, entrepreneur (que
no sé cómo chingados se escribe) etc, son todólogos. El punto es que se pasan
todas las mañanas de cada pinche día ladrando en el micrófono que decretes, que
pidas y se te dará, que mandes amor al 51111 y que vas a recibir “las mejores
frases” para tu vida diaria… ¿neta? ¿Necesitamos frases para nuestra vida
diaria? Yo pensé que necesitábamos levantarnos, bañarnos, salir a la calle,
comer, trabajar para tener dinero y para comer, vivir etc, pero no, según estas
personas de la radio, necesitamos alimentarnos de su basura positiva para
vivir. ¿Y la música? Tenemos que conformarnos con Yuridia, con Aleks Syntek,
con Sin Bandera y con todas esas mamadas.
En aquel fatídico 2004 sucedieron
cosas importantes en mi vida, termine la prepa (aunque no lo parezca por mi
lenguaje grosero, ramplón y sin chiste que a muchas personas les molesta,
algunas hasta borran sus comentarios de este blog, ¡mamadoras!), cambie de
trabajo, tuve a mi primera novia y desapareció Radioactivo 98.5 FM, aquella
estación que se burlaba de los comerciales pendejos, que no se callaba cuando
de criticar a la clase política se trataba, y sobre todo que me acompañaba en
todas las actividades que realizaba, me cagaba ir a la escuela por la línea 1
porque mi Walkman no sintonizaba la radio, por eso optaba por irme en el
camión, aunque estuviera de la verga, como actualmente lo está el transporte
público.
Martita Sahagún y los Hermanos
Vázquez (dueños de Imagen Radio y Televisión) nos quitaron la única opción que
teníamos para poder escuchar buena música y no la basura que salió de la
Academia, gracias a ellos (Radioactivo... no a los Hermanos Vázquez) yo conocí la música de Pearl Jam, de Judas Priest, de
Metallica, de Iron Maiden y de muchos otros, si, era un gordito heavy metal.
Disfrutaba mucho de las reseñas que hacían los locutores cuando iban a poner
una canción, (aunque he de reconocer que me cagaba que Olallo Rubio hablara
inglés como Martha Debayle, llegue a pensar que eran familiares), es más, me
cagaba Olallo Rubio, pero su forma de describir emociones con la música, su
forma de presentar Creeping Death de Metallica y su tan singular forma de decir
las cosas directas, me hizo quedarme en esa estación y seguirlos por casi dos
años, hasta que aquel viernes negro todo se fue a la mierda.
Se acabó la buena radio en
México, se acabó el entretenimiento para un adolescente de 18 años que no tenía
más amigos que los que le hablaban a través de un walkman viejo, sin embargo, pasaron los días, meses, años, 14 años tardó este sujeto para volver a hablar ante un micrófono como lo hacía por aquellos
años… (sacó películas y los podcast) pero no había estado ante un micrófono haciendo radio, aunque no sabemos como llamarle cuando sale, no sabemos si esta "al aire" porque no es radio, pero si lo es, es muy complicado.
El día de ayer se volvió a escuchar en vivo a Olallo Rubio en Convoy, una aplicación que sirve para entretenerse y dejar de
tener nostalgia por la buena radio que se hacía la década pasada, espero que
dure mucho y agradezco que haya algo en lo que me pueda entretener para ya no estar pensando en quien borra sus comentarios de este blog, para ya no pensar que la amistad es para siempre y sobre todo, para divertirme... es muy agradable que alguien me explique lo que estoy a punto de escuchar, que me cuenten una anécdota sobre tal grupo o tal canción, eso me hace sentir que hay mas gente que ha vivido algo similar a lo que yo. Odio que me griten como si fuera
un pinche retrasado que no puede vivir su vida porque necesita la “frase
motivadora del día”. Odio que me traten como si estuviera malito, odio que atenten contra mi inteligencia, pero sobre todo, odio a Toño Esquinca y a su pinche muchedumbre.
Se que al igual que yo, hay muchas personas que están cansadas de escuchar la misma basura todos los días, estamos hartos de las noticias a conveniencia, estamos hartos de las almohadas sognare que se anuncian cada mañana, estamos hartos de escuchar la misma música basura llena de payola cada maldito día.
Larga vida a la música, a las
buenas opciones y a los buenos locutores que nos harán llevar días menos
pesados en nuestra pinche vida de godinez asalariados con pésimo internet, porque en 2004 algunos eramos estudiantes, ahora algunos son padres y algunos como yo solo son drogadictos.
Coman frutas y verduras y nos leemos la próxima.
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