LA SOCIEDAD ENVASADA...

“Estamos en plena cultura del envase, el contrato de matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo y la misa más que Dios”

Eduardo Galeano.



Tal parece que esta frase la dijo un hipster comeflores de mierda; lamento decirles que no es así,  Eduardo Galeano no era ningún hipster, era un periodista uruguayo que murió en 2015 pero vivió en la cuna de una familia de clase alta y sin carencias económicas, era de clase acomodada y muy poco tuvo que sufrir de la vida como niño o adolescente, sin embargo, a lo largo de su vida se dedicó al periodismo  

 y es verdad, este señor tenía mucha razón, solo que el encaminaba su discurso hacia un hermetismo religioso y esas cosas que la gente no tolera ya que vivimos tiempos difíciles, todo es complicado, todo tiene un costo, los padres son pederastas, etc., pues esa es la eterna queja de la gente y a veces mía, pero todos tenemos tiempos difíciles y tiempos fáciles, tiempos buenos y tiempos malos, a veces vemos todo blanco y a veces todo negro, en fin… El ying y el yang del sufrimiento.

Hace tiempo, mucho tiempo, conocí a una mujer “bella”. Si, entre comillas porque la belleza en este tiempo es nalgas grandes, chichis grandes cintura pequeña, mente “pequeña”; y ella no tenía nada de eso, más bien era una mujer común como las hay en todas partes, de estatura promedio, ni gorda ni flaca, piel clara, ojos negros y un vasto conocimiento, lo que la hacía especial (para mi) era su manera de pensar, su forma de ser, su forma de dirigirse a los demás, esa forma tan suya de aparentar que le vale verga la vida y en efecto, le valía verga la vida, la de los demás.

No encajaba en muchos lados porque se “creía la muy muy”, como había estudiado, como había viajado por el mundo entonces era “presumida”, como había hecho muchas cosas que algunas luchonas cabronas no pudieron hacer, estas decían que era creída, pedante, soberbia, pero no. Nada de eso, más bien era una persona a la que le valía madre usar ropa del tianguis, comer quesadillas, beber pulque, caminar en terracería, hacer del baño en una letrina, igual podía no hacerlo pero eso era lo de menos, no le importaba donde comer y mucho menos le importaba tomar una foto de la comida para “presumir” la gran vida. (Ahora lo disfrazan de “me gusta mostrar lo que veo y me gustaría que otros vieran” pero postean la foto con un horroroso “AQUÍ SUFRIENDO”. ¿Quién verga sufre a lado de una nalgona en bikini echados como marranos en un camastro?), ah si, las pinches feminazis de mierda. 

Pronto un capitulo al respecto. 

Total que, vivimos en la época donde es más importante casarte en el hotel de moda que lo que sientes por tu pareja, porque igual se pueden casar en el Registro Civil de la delegación Venustiano Carranza que está bien culero y no pasa nada, pero mejor aún, pueden no casarse y lo que se van a gastar en boda mejor lo utilizan para un viaje a otro país, del cual no tienen que hacer videos para Facebook, es molesto, el acta de matrimonio no me va a impedir ser infiel, ni a mí ni a nadie, no es necesario el papel para demostrar sentimientos y mucho menos que diga “sociedad conyugal” porque eso es un pinche contrato, le pese a quien le pese.

Es más importante que el vestido sea de diseñador, es más importante la comida que se va servir… hay gente que ni siquiera sabe ocupar los cubiertos, piensan que la copa de agua es para enjuagar los cubiertos, no mamen. Es más importante mostrar al mundo nuestro café con caquita de 70 varos aunque lleguemos a la quincena pidiendo prestado, es más importante mostrarle al mundo que vemos la serie más pro, aunque a nuestros 30 años sigamos viviendo en la casa de mamá. Es más importante la marca de la billetera en la que guardas tarjetas de table dance que traer dinero para llenarla, en fin.

Me ha tocado ver gente que postea en Facebook “Lamentamos mucho tu partida, te vamos a extrañar” –Fulanito se siente triste en – El funeral de menganito. ¡Qué puto horror!

Podría pasarme horas y horas ladrando sobre lo que es más importante y lo que no en esta época donde es mas importante ver memes que leer un libro, es mas importante terminar una carrera por compromiso que por convicción propia, vivimos en la era de las marionetas manejadas por la Red Social que no hace mas que volver mas idiotas a unos cuantos, lograre convencerte de lo contrario? NO, porque no es mi objetivo que des por hecho lo que yo digo estimado lector, eres tan pensante que puedes hacer tu propio juicio de lo que tienes y de lo que eres y ojalá te valiera madre como a mi comer en los tacos de la esquina, igual están más sabrosos y más limpios que la carne apestosa de cualquier restaurante con estrellita Michelin.

Coman frutas y verduras... orgánicas, de esas que venden en La Condesa para que se vean súper pro!  

Nos leemos la próxima.  


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