Fuera de aquí

Cuando era pequeño vivía en una comunidad bastante alejada de la civilización por allá, por el Pico de Orizaba, mi pueblito no rebasaba los 1000 habitantes y las condiciones en las que vivíamos eran deplorables, aunque eso no ha cambiado mucho, sin embargo, en ese tiempo no existía el drenaje, los caminos eran ríos de lodo intransitables en época de lluvias y para ir al baño, uno tenía que ir a los linderos de las tierras donde nadie te viera o en la milpa de "aguilita", por lo que era muy común "quemarte" con la mierda de algún cagón, ya despues, Carlos Salinas de Gortari visitó la comunidad y nos llevaron letrinas. :)

Afortunadamente, en ese tiempo mis padres y todo México eran aspiracionistas y querían una vida mejor para ellos y para sus hijos y eso no era mal visto como ahora... (saludos KK´s y mascotas); así que decidieron sacarnos de ahí y traernos a la Ciudad de México con la esperanza de salir adelante y así lo hicimos, de la mano de mi madre que trabajaba en casas para mantenernos llegamos a una vecindad donde rentó un cuarto con 3 divisiones, una para la cocina/sala/comedor/lavadero y anexas, y las otras dos para los cuartos donde dormíamos. 

La infancia con mis 5 hermanos no fue fácil, no había espacio vital para tener tus cosas como ahora, dormíamos en la misma cama hasta 4 personas y luego que mi hermana se juntó fuimos mas, aunque fue por poco tiempo afortunadamente; sin embargo, siempre fue muy incómodo tener que heredar la ropa de mi hermano mayor que era el único que estrenaba, recuerdo en alguna ocasión haberle ayudado a escoger una chamarra bajo el argumento de que si algún día iba a ser para mi, tenía que gustarme.     

Recuerdo que por aquellos tiempos nos decían que dejáramos de ver la televisión porque era para pendejos, sin embargo, por las noches nos sentábamos a ver telenovelas en compañía de mi mamá y era muy divertido verla enojarse porque la protagonista era una pendeja; así que no hacíamos caso a lo que decían, no nos asustaba quedarnos pendejos porque al menos yo, tenía bien clara la realidad de miseria en la que vivíamos, pues solo teníamos unas camas, una tele y una mesa que servía como comedor, y para poner todo lo que se pudiera poner ahí y no en el suelo.   

Mientras mis compañeros de escuela tenían cuarto propio, perro y muchos juguetes, mis hermanos y yo jugábamos futbol con una pelota de papel atada con alambres y a la distancia, pareciera que esos tiempos fueron mejores pero definitivamente no lo fueron, sufrimos mucho la miseria y la burla de la gente "de ciudad" que siempre se ha sentido moralmente superior a cualquier otro ciudadano del interior de la república, bueno, hasta Chabelo hacia esa distinción en su programa con la sección "Cuates de la Provincia", pero bueno... a mi me gustaba Chabelo. Aunque a veces mi mamá no tenía dinero ni para la renta, nunca nos faltó de comer y jamás nos mandó a pedir limosna como hacen muchos con sus hijos hoy en día, al contrario, se esforzó para que estudiáramos y fuéramos personas de bien y aunque ninguno de mis hermanos quiso hacerlo (estudiar), porque prefirieron ser padres a temprana edad, yo si lo hice y me alegro por ello.

Porque eso me ayudó a ver la realidad de mi vida, estudiando aprendí que esa era la única forma de salir del hoyo en el que me encontraba y aunque pude ser panadero, taquero o mesero, me decidí por algo menos amigable y con muchas complicaciones pero esa historia luego la contaré. ¡Ojalá la lean!

En la escuela me enseñaron muchas cosas pero lo que mas me gustó fue aprender a pensar por mi mismo y gracias a eso siempre me regañaban pero al final, ha valido la pena cada maldito regaño que me dieron pues eso me ayudó a no ser un perrito débil, aunque debo decirlo, mucho tiempo fui un pendejo por amor y alguien se encargó de restregármelo en la cara; de hecho, no dudo que lo siga haciendo en sus redes pero es algo que hace mucho dejó de importar.

Lo que es un hecho innegable hoy en día, es que tanto la televisión como el internet no son malos para la sociedad si se consumen con responsabilidad y supervisión en caso de los niños; pues debemos ser conscientes de que la realidad es la que vivimos en nuestro día a día. El detalle aquí, es que el exceso de internet nos provoca la sensación de que estamos fuera de aquí, da una falsa percepción de la realidad, te hace creer que puedes alcanzar con facilidad lo que otros poseen, incluso, el internet te da la falsa sensación de que puedes estar cerca de Jeff Bezos, por ejemplo. Ahora que se fue a dar una vuelta al espacio, mucha gente le envió comentarios al respecto y pareciera que esas personas fueron parte de aquel suceso, la realidad es que no, solo él y los tripulantes de su nave pudieron vivir la experiencia de salir de la tierra y regresar en minutos; los demás solo fuimos espectadores.

Sin duda puedo decir que la televisión no me dejó tonto, pero del internet... No estoy tan seguro.

Y es que en este momento, Internet es el medio de comunicación por excelencia que ha desplazado al teléfono como lo conocíamos, "mató" a la televisión y a la radio, ni se diga y bueno, solo basta subirse al metro para darnos cuenta de que ya casi nadie lee el periódico; no obstante, Internet es beneficioso porque nos permite hacer muchas cosas a distancia, desde mandar un mensaje hasta alquilar una paloma mensajera para enviar un anillo de compromiso pero, también es muy perjudicial, sobre todo la Red Social por excelencia, Facebook. 

Ahí, todo el mundo es feliz con su vida perfecta, pero en realidad son igual o mas miserables que antes de completar el registro de su perfil, ponen una foto de un hermoso vehículo del año que están pagando en abonos, suben fotos de la comida que están a punto de comer o un paisaje hermoso con el hashtag #AquiDisfrutando, pero van a otro perfil, ven las fotos o el estado y piensan "¡Ese wey es mas feliz que yo, no puede ser!", y lo único cierto aquí es que la felicidad de unos hace miserables a todos porque al final, viven en una fantasía fuera de la realidad.

En Twitter es un poco diferente el ambiente, ahí están los empresarios, los CEO's, los coaches que enseñan alguna pendejada que ni ellos saben hacer, los críticos de cine, los conocedores de la ley y hasta los que son amigos de los famosos a los que felicitan (y a los que les importan una chingada).      

Por todo lo anterior, he llegado a la conclusión (sin ser verdad absoluta), de que Internet nos ha convertido en unos reverendos pendejos, nos evita el pensamiento, no nos permite reflexionar sobre todo lo que sucede porque hay cosas que pasan muy rápido y ni nos enteramos, y siento que el excesivo uso de internet nos esta llevando a retroceder como especie haciéndonos ignorantes en primera instancia, infelices en segunda y pendejos en tercera... conforme pasa el tiempo es mas y mas visible la intolerancia que manejan las personas por no alcanzar las metas de los que viven en Instagram, y la nostalgia por los tiempos pasados ha hecho de la gran mayoría, seres insoportables y carentes de sentido común.

Nos leemos la próxima...  




  


Comentarios

  1. jajaja bueno por lo menos que me guste lo que heredaré, ¿no? (así se habla c: ), inspirador, me alegra que tomaras el estudio con seriedad. Permíteme darte toda la razón, el internet está dominando en todo lugar yo estaba tan metida que olvidaba lo importante, felizmente ahora he llegado a casi abandonar mi cuenta de face. xdd

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